Cuando el centro de Chile se volvió a remecer sobre 6,5° este pasado martes, nuevamente a quienes nos interesan las comunicaciones, sacamos al pizarrón a los sistemas que mantienen a nuestro país conectados.
Rápidamente las empresas salieron
diciendo que sus sistemas habían funcionado con un grado de dificultad
en el servicio de mensajerías de texto o SMS. Es que casi
involuntariamente al momento de percibir un sismo, las personas toman
sus celulares e intentan comunicarse con sus familiares, generando una
sobre saturación en las plantas y células de celulares, pero ¿por qué?.
Las plantas de telefonía celular están
concebidas para soportar un tráfico de llamados de no más del 10% de sus
abonados, según sus ingenieros en tiempos de paz, la comunicación
confluyente no supera este porcentaje, entonces es fácil deducir que
nunca han pensado en que este sistema tenga que soportar al 100% de sus
usuarios hablando o enviando sms.
Tras el gran terremoto de Chile, las
autoridades en materia de telecomunicaciones, salieron de inmediato a
decirnos que la solución es el sms y ahora quien nos puede ayudar,
lamentablemente nadie. Paralelamente el gobierno ha financiado la
instalación de cuanta torre y radios en todo el país, como verdaderas
obras mágicas han aparecido estos elementos, ayudando sin lugar a dudas a
las empresas que instalan a incrementar sus resultados productivos.
Porque no es menor el valor que se cobra por cada radio que se instala.
Lamentablemente sin saber que se hará
con ese instrumento. Por ejemplo, en la avanzada aduanera del Rio Loa,
funcionarios de Aduanas de Chile, al ser consultados sobre que harían en
caso de sismo o terremoto, ellos nos mostraron el sistema de
comunicación que recién se había instalado, pero que no sabían a donde
se comunicaban o como se debía operar este equipo. Equipo instalado en
una caja metálica a un pilar de fierro a no más de de 1 metro 70 de
altura, gran instalación no, al lado del mar con una salinidad que come
todo en poco tiempo. Revisando el costo de estos equipamiento los invito a visitar la ficha de adjudicación de esta compra pública
Si estimados lectores $2.528.090.939 no
será mucho, antenas para radios que a cualquier hijo de vecino le cuesta
no más de $100.000 aquí cuesta $1.263.450. La verdad esta a la vista
nuestros sistema de respaldo en materia de comunicaciones son
extremadamente caro sobre el precio real, pero esperemos que funcionen,
como lamentablemente no sabemos cuando ni a que hora vendrá el remezón,
no sabemos quienes deberán dar cuenta de esta obra del despilfarro de
platas de todos los chilenos.
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